El aceite de coco ayuda a bajar de peso ¿cierto?
El aceite de coco ayuda a bajar de peso ¿cierto?
Hace un poco más de 20 años, cuando era
estudiante de la licenciatura en nutrición, no había duda con respecto a
lo que debía aprenderse sobre el coco y su aceite: a huir de él. Es uno
de los muy pocos vegetales ricos en grasas saturadas; y estas grasas elevan el colesterol en sangre y el riesgo cardiovascular.
En cambio, en los últimos años el aceite
de coco ha sido convertido en otro de esos superalimentos a los que se
atribuyen un sin fin de beneficios y propiedades curativas. Se ha dicho
de él que es antibacterial y antiviral, que puede combatir el virus del
VIH, que ayuda en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer, el
cáncer y la diabetes, que mejora el perfil de lípidos y es cardioprotector, que ayuda a bajar de peso, etc.
Así que en estos primeros días del año,
cuando tantas personas buscan “redimir sus pecados” y excesos después de
las fiestas de fin de año, será seguramente, uno de esos alimentos y
suplementos dietéticos de moda que gozará de mucha atención, pero ¿en
verdad vale la pena ir corriendo a comprarlo y hacerlo parte de nuestra
dieta?, ¿verdaderamente el aceite de coco ayuda a adelgazar?
Desafortunadamente, mucha de la
información que ha circulado con respecto a este aceite, ha sido
publicada en sitios web y revistas sin arbitraje, ha sido difundida por
personas con intereses particulares en que la demanda del aceite
aumente, o es poco concluyente. Aunque cada vez podemos encontrar más
investigaciones serias al respecto, muchos de estos estudios han sido
realizados con animales o con grupos de personas muy pequeños para poder
considerarse como representativos. Además sus resultados son
contradictorios. Así que al día de hoy es aún difícil hacer
conclusiones. Sin embargo, en este post quiero presentar algunas de las
preguntas frecuentes con respecto a los beneficios del aceite de coco y
sus posibles respuestas (desde mi punto de vista) de acuerdo con las
evidencias que se tienen hasta hoy.
¿Qué hace diferente al aceite de coco de otros aceites vegetales?
El aceite de coco, a diferencia de otros
aceites vegetales, es rico en ácidos grasos saturados y a diferencia de
las grasas de origen animal no contiene colesterol. El aceite de coco
tiene una mezcla poco usual de ácidos grasos en la que alrededor del 90%
son saturados y más de la mitad de ellos son de cadena corta o media
(ácido láurico y mirístico principalmente). Es gracias a esta particular
composición que se le han atribuido muchos de sus beneficios. Los
ácidos grasos de cadena media (AGCM) son digeridos, absorbidos y
metabolizados de manera distinta que los de cadena larga, que predominan
en la mayoría de los aceites. Los AGCM son digeridos, absorbidos y
oxidados más rápida y fácilmente. Su almacenamiento en el hígado y
tejido adiposo es menor y tienden a oxidarse formando cuerpos cetónicos.
¿Es mejor el aceite de coco que otras grasas y aceites?
Según las evidencias con las que se
cuenta hasta ahora, el aceite de coco puede ser una mejor opción que
grasas como la mantequilla o las grasas trans, pero no tan buena como
otras grasas vegetales como el aceite de oliva.
Aunque el aceite de coco está libre de colesterol y grasas trans,
sigue siendo rico en ácidos grasos saturados. A pesar de que
recientemente las recomendaciones de los expertos con respecto al
consumo de grasa total se han liberalizado y de que existen indicios de
que las grasas saturadas no son taaaan malas como se pensaba, o como las
grasas trans, las últimas recomendaciones y guías dietéticas de
diferentes países siguen recomendando preferir las grasas insaturadas
sobre las saturadas, independientemente de su origen.
¿Es cualquier tipo de aceite o grasa de coco igual?
No. Algunos productos industrializados
como galletas y otros productos horneados, palomitas de maíz o cereales
pueden contener aceite de coco entre sus ingredientes, pero, igual que
otros aceites, en estos productos industrializados suelen tener a este
aceite en su forma hidrogenada o parcialmente hidrogenada que es poco
recomendable. La mayor parte de las investigaciones sobre los beneficios
del aceite de coco que han mostrado resultados positivos se refieren al
aceite de coco extra virgen.
¿El aceite de coco puede ayudar a bajar el colesterol, mejorar el perfil de lípidos y prevenir enfermedades cardiovasculares?
No existen evidencias suficientes como
para responderlo. Los ácidos grasos del aceite de coco, como otras
grasas saturadas, elevan el colesterol en todas sus fracciones. Esto es,
elevan tanto el colesterol bueno como el malo. Su resultado final sobre
el perfil de lípidos ha sido contradictorio. Se han publicado estudios
con resultados positivos, negativos o nulos. Los resultados con respecto
a su efecto sobre los triglicéridos en sangre también son ambiguos. Es
probable, además, que su efectividad dependa de otros componentes de la
dieta, la dosis empleada, la actividad física de los sujetos, entre
otros factores. Por ahora es razonable pensar que el aceite de coco no
mejorará “mágicamente” el perfil de lípidos si no se acompaña de
actividad física y una dieta saludable, en la que predominen las grasas insaturadas y se limiten el azúcar y harinas refinadas.
¿Se puede usar el aceite de coco para cocinar?
Si. El aceite de coco tiene un punto de
humo alto que lo hace resistente a la oxidación, razón por la cuál
muchos chefs, sobre todo de cocina vegetariana, lo han adoptado como
ingrediente común en sus platillos. Este aceite puede usarse para
cocinar o para aderezar ensaladas, preparar licuados, etc., aunque su
sabor es muy particular. Es de esos sabores que algunos aman y otros
detestan.
¿Es verdad que si se incluye aceite de coco en la dieta se puede consumir azúcar sin problemas?
No. Se ha sugerido que el aceite de coco
podría mejorar la sensibilidad de la insulina y por lo tanto mejorar el
metabolismo de la glucosa, pero como todo lo comentado antes, no existen
resultados concluyentes. De cualquier forma, para observar estos
beneficios todo parece indicar que la dosis de aceite de coco que sería
necesaria es lo suficientemente alta como para representar un problema
dado que, su aporte energético es alto. El exceso en el consumo de
azúcar favorece la ganancia de peso y la aparición de enfermedades
crónicas y como quiera que sea debe evitarse.
¿El aceite de coco disminuye el apetito?
Es probable que si. Aunque dependerá
también de la composición de la dieta en general. Sin embargo, este
efecto puede obtenerse también con otros tipos de grasas saludables como
la del aguacate, las nueces o el aceite de oliva. En general una dieta
rica en hidratos de carbono y muy baja en grasas causará una menor
sensación de saciedad que una dieta moderada en hidratos de carbono, con
un buen aporte de proteína y grasas saludables.
¿Es verdad que el aceite de coco “no engorda”?
No. Cada cucharada de aceite de coco
aporta la nada despreciable cantidad de 117 kcal. Ésta idea se ha
difundido a partir de los resultados de algunas investigaciones que
sugirieron que el aceite de coco puede reducir los depósitos de grasa
corporal e incrementar la termogénesis. Sin embargo, varios estudios en
humanos no han podido demostrarlo. De cualquier forma, como cualquier
otra grasa, el aporte energético del aceite de coco es alto. Así que aún
cuando estimule un poco el gasto energético, si la cantidad de calorías
totales que aporta la dieta es más alto que el gasto diario, habrá
ganancia de peso.
¿El aceite de coco ayuda a bajar de peso?
No hay evidencias concluyentes para
respaldar esta suposición. Los ácidos grasos de cadena media que abundan
en el aceite de coco se depositan en menor proporción que otras grasas
en el tejido adiposo y en el hígado, además es probable que incrementen
un poco el gasto energético; sin embargo no existen evidencias de que
incluir el aceite de coco como parte de una dieta normal realmente
favorezca la pérdida de peso. En algunos estudios con humanos obesos que
seguían dietas iguales (a excepción del aceite) no se encontraron
diferencias en el peso, porcentaje de grasa corporal o circunferencia de
cintura entre los grupos que usaron aceite de coco y los que usaron
algún otro aceite. Otros investigadores sugieren pérdidas de peso
ligeramente más rápidas en los sujetos que recibieron el aceite de coco.
De cualquier forma, son solo diferencias sutiles y claro, acompañadas
de una dieta baja en calorías.
Conclusiones
Seguramente el aceite de coco no es el
villano que se pensaba que era hace 20 años. Pero tampoco es un alimento
“mágico” que mejorará el perfil de lípidos, el metabolismo de glucosa y
nos hará adelgazar aceleradamente.
Y sobre todo, ninguno de estos beneficios se observará sin adoptar una
dieta saludable y sin hacer ejercicio físico.
Mientras se cuenta con información
concluyente al respecto, lo más prudente es incluir el aceite de coco en
la dieta con moderación si es que el sabor nos parece agradable, pero
de ninguna forma debe usarse como única (ni como la principal) fuente de
grasa en la dieta, pues podríamos estar desplazando el uso de otras
grasas más saludables
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